Es la primera impresión al acceder a LinkedIn, tu imagen. No dudes en algún momento en apostar por una fotografía personal o de estudio para poder ilustrar tu mejor cara, tu mejor sonrisa o aquello que refleje el profesional que llevas dentro de ti.
Intentamos proyectar que detrás de ese perfil hay una persona.
La fotografía debe ser clara, nada de fotos de grupo al estilo Facebook o aquellas en las que tengas un fondo. Crea un ambiente neutro. También es positivo publicar una fotografía donde estés dando una conferencia o detrás de un podio, que demuestre tu actividad y transmita algunos valores.
Publica una fotografía de frente como forma objetiva de tu imagen.
Siempre una foto real.
Es positivo mantener la misma fotografía en todas las redes sociales que utilices de forma pública, de esta forma será más sencillo encontrarte, identificarte y seguir una misma imagen de marca, que eres tu.
Y por último, ¡sonrie! Es positivo.