La fotografía es arte, comunicación, creación. Es ilimitada e infinita, pues existen tantas fotografías como ideas o pensamientos podamos proyectar en nuestra imaginación. Tras muchos años siendo una apasionada de la fotografía, decidí dar el “gran salto” de las compactas a las réflex.
Una vez me introduje en el universo de las réflex, concretamente de la mano de Canon, descubrí que todas las imágenes vistas y soñadas (hasta el momento, tan sólo mínimamente alcanzables con la ayuda de Photoshop) eran posibles si contaba con algo de práctica y los objetivos adecuados para cada situación o idea.
Sin lugar a dudas, la amplia oferta y, aún más importante, la gran calidad que ofrece la marca Canon en este sentido, ha sido siempre una máxima a la hora de apostar por un objetivo o lente, y, por el momento, no hay queja…