Hay ciertas aplicaciones con las que se puede saber tu posición exacta desde un ordenador u otro equipo sobre el dispositivo movil que estés usando. Es el caso de Encuentra mi iPad, una aplicación con el único fin de encontrar dispositivos robados, olvidados… y poder conocer su ubicación para recuperarlos, por supuesto. Hasta aquí todo parece bastante normal, ahora bien, el problema ha surgido cuando un juez australiano ha tenido que valorar si esta intromisión del robado hacia el ladrón, sobre el conocimiento de su posicionamiento exacto mediante el GPS, es una violación a la intimidad o no.
La historia parece totalmente extraída de una novela de ficción, pero es un caso tan real que nos paramos a pensar… ¿será así?