Pocas cosas me apasionan tanto como los conceptos de lo que puede ser y algún día sera.
Hace años descubrí un teclado cuyas teclas podían ser modificadas por software adaptándose a la aplicación o necesidades de cada momento, algo que encuentro muy interesante tanto desde el punto de vista profesional como del gamer por poner un ejemplo. Se llama Optimus Maximus Keyboard.
El problema viene siendo el coste de fabricar un teclado así. Cada tecla es una pequeña pantalla que puede modificar su apariencia por lo que estamos hablando de alrededor de 113 pequeñas pantallas y de su aplicación software y teclado hardware correspondiente.
Pero el concepto es bueno, me gusta y ojalá algún día pueda realizarse realmente y por que…. tener uno.