Qué morriña, qué recuerdos, cuántas horas dedicadas, cuántos diálogos leídos, cuantos clicks sobre los verbos del Scumm… No puedo dejar pasar la oportunidad de escribir sobre Thimbleweed Park. Este SEÑOR juego. Ron Gilbert y Gary Winnick lo han vuelto a hacer y nos deleitan con una nueva aventura gráfica al más puro estilo de clásicos como Monkey Island o Maniac Mansion pero con una capa de pintura mucho más que interesante que la dotan de un aspecto gráfico increíblemente atractivo que hará las delicias de los amantes de lo retro y del pixel-art.
Pero no solo de la parte gráfica se nutre este juegazo, sino de una trama que te engancha desde el minuto uno aderezada con cientos de gags con ese humor tan de ellos, con decenas de referencias a todos los clásicos que hemos jugado. Ver un cameo del tentáculo verde, del Dr. Fred y de Edna…
… el paquete que recibía Ed Edison en la oficina de correos, la planta carnívora del Maniac Mansion en el Quickie Pal, la cabeza del navegante de Monkey Island en la tienda de Madame Morena, algunas escenas en el ático del hotel mirando al horizonte al más puro estilo LeChuck en su barco fantasma, el primo de Bernard de vendedor de una suerte de Seven Eleven… no sigo para que los que no lo hayan jugado no se queden sin ninguna por descubrir, pero se te pone esa sonrisa en la cara cuando las vas reviviendo y te llegan esos recuerdos de nuestra niñez frente a nuestro 486 y sus floppy disk… que no tienen precio.
No me quiero extender mucho pero solo puedo decir cosas buenas sobre él. Así que no dejéis de comprarlo (¡queremos más juegos como este y hay que apoyar estas iniciativas con precios tan competitivos!) y jugarlo pues no os va a decepcionar en absoluto. Además está disponible en un montón de plataformas como Steam, GoG, XBoxOne y la AppStore.
¡Larga vida a las aventuras gráficas y a Thimbleweed Park!