Del DVD a la tarjeta SD

Algo está cambiando o por lo menos así debería ser. El paso del tiempo ha hecho desaparecer tecnologías obsoletas como fueron en los comienzos las tarjetas perforadas, las cintas, los diskets y ahora podría ser el momento de los discos ópticos (CD, DVD…).

Apple esta comenzado a apostar por un cambio que poco a poco irá aumentando y que dejará atrás estos viejos aparatos mecánicos donde se introduce un disco en forma de plato y el mecanismo lo hace girar de manera descomunal mientras una lente lee su contenido. Este viejo instrumento que tantos años nos lleva acompañando es sin embargo un espacio importante de nuestros portátiles (y unidades de pie) y su seguridad y tamaño hacen que, a mi modo de ver, sea próximamente relevado por una pequeña «ficha» de poco más de una pulgada con una capacidad que puede ser de 4 o 5 veces la de cualquier DVD actual. Estamos hablando de las tarjetas SD.

Como ya he comentado Apple ha comenzado a introducir en sus portátiles e iMac lectores de tarjetas SD, pero no es el único. Muchos fabricantes de ordenadores como HP, Dell… incluyen en muchos de sus portátiles y unidades de sobremesa lectores de tarjetas de diferentes formatos ya que en el mercado además de las tarjetas SD existen otras como la MS, MMC… podeis consultar todos los tipos en este enlace.

Muchos de estos equipos llevan estos lectores para facilitar el hecho de pasar las imágenes o videos de tarjetas de nuestras cámaras al ordenador sin necesidad de cables, únicamente insertando la tarjeta correspondiente en nuestro lector, pero hay algo más en todo esto que puede suponer un gran cambio en el concepto. La posibilidad de que los programas puedan ser vendidos y por tanto ejecutados, instalados… a través de una unidad como la SD es un secreto a voces yq ue muchos piensan que es el futuro en este aspecto.
Con este concepto los sistemas operativos por poner un ejemplo serían entregados en una tarjeta SD y podrían ser instalados desde el propio lector de tarjetas SD.

¿Que se gana con este cambio?

  1. Equipos más pequeños. Sobre todo en el tema de equipos portátiles se podría disminuir de forma muy significativa el grosor de los equipos. En especial se puede observar lo que este cambio podría suponer viendo la diferencia entre los MacBook y el MacBook Air (unidad sin lector óptico): El MacBook tiene un grosor de 2’74 cm frente a los 1’7 cm del MacBook Air. Casi 1 centimetro de reducción.
  2. El medio es mucho más pequeño. Esto es casi una evidencia: 12 cm de diametro para el CD/DVD y 3’2 cm de longitud máxima para el SD. Sin duda vamos a poder vaciar muchos cajones… algo que ya ocurrió en el paso del VHS al DVD.
  3. Mayor capacidad. Aunque aquí puedo decir que tengo hasta dudas… A modo anecdótico he encontrado un DVD de 1Tb como se puede leer en esta noticia, pero lo normal es que los DVD sean de 4’7 Gb y los BlueRay lleguen a los 25Gb. Las capacidades de las tarjetas SD son muy variadas pero pueden ir desde los 512 Mb, 1Gb… y podemos encontrar sin mucho problema memorias de 32 Gb por ejemplo, por lo que tiene una mayor capacidad que el CD, mayor que el DVD y comparable al BlueRay.
  4. Menos costes de paquetería: Parece algo insignificante, pero poder empaquetar programas, juegos, aplicaciones… o sistemas operativos en «cajas» de 5 x 5 cm frente al los 15 x 15 actuales es un importante cambio que supone una reducción de coste para las empresas y multinacionales.
  5. Multi usos: Para tener aplicaciones que poder instalar, juegos con los que jugar, sistemas operativos para instalar… o el actual uso que se les está dando como puede ser ser usado como tarjeta de memoria de nuestras videocámaras o como medio de almacenamiento de nuestros datos. Es decir, además del uso «nuevo» de medio para los programas, podría seguir teniendo el mismo uso que actualmente se les da por lo que es un dispositivo conocido, ya usado… y por lo tanto la implantación ya está hecha, solo tenemos que buscar un nuevo uso.

¿Que problemas existen?

  1. El primero es quizás el más importante. El formato SD es propietario de Panasonic por lo que cualquier empresa que quiera usarlo en sus productos debe pagar un «canon». Los derechos de las licencias para SD/SDIO son impuestos a los fabricantes y vendedores de tarjetas de memoria y lectores de las mismas (1000 USD por año, más una membresía de 1500 USD por año).
  2. 0% abierto: El acuerdo de licencia actual de esta organización no permite controladores de código abierto para lectores de tarjetas SD, un hecho que genera consternación en las comunidades de código abierto y software libre.  Esto significa que SD es menos abierto que CompactFlash o los llaveros USB, que pueden ser implementados libremente.
  3. Velocidad de transferencia: Es por lo menos comparable pero algo inferior a la de un lector de DVD (de 24x). Esto es en cifras que en el mejor de los casos, un lector de DVD puede tener una tasa de transferencia de 32,40 Mb/s frente a los 20 a 30 Mb/s que se puede conseguir con las tarjetas SD. Es inferior sí pero es comparable y se supone que poco a poco estos cambos pueden ir mejorando en sus especificaciones y mejorar el dispositivo.

Con todo esto podemos ver que existen los pros y contras de lo que puede ser el paso de una tecnología a otra. ¿Pero cual debe ser entonces el nuevo formato en que recibir los programas o sistemas operativos que compremos?

Se trataría de tarjetas SD de bajo coste, de entre 8 a 16 Gb. Es decir, entre lo que actualmente puede albergar un DVD de doble capa para un sistema operativo como Snow Leopard y 16 Gb ya que eso facilitaría a los desarrolladores un soporte de mayor capacidad y por lo tanto poder dotar a programas, sistemas operativos… o juegos de mayor contenido.

También debería tener un sistema de protección en dos vertientes. Por una parte de protección anti copia y anti piratería. Si bien como las tarjetas SD son de lectura y escritura bien se podría idear una forma por la que al insertar dichas tarjetas, se copiara el número de serie del Pc/Mac y por tanto esa tarjeta automáticamente solo pudiera ser puesta en ese equipo. El problema es que la teoría dice que esta tarjeta en realidad solo debería ser de lectura, por lo que en realidad sería de solo lectura pero con «un acento» de escritura.

Veremos que pasa en el futuro, si el paso es del DVD a la tarjeta SD o si por el contrario por medio se mete un viejo conocido como es el dispositivo USB como cualquier pen-drive, en cualquier caso, desde mi punto de vista, tarde o temprano los DVDs y en general los dispositivos ópticos tienen todas las papeletas para abandonarnos en no mucho tiempo por lo que la alternativa está sobre la mesa, solo tenemos que darle un buen uso y buscar la mejor opción y… como suele pasar… el que primero tire la piedra tiene muchas posibilidades de llevarse por detrás patentes y exclusivas que el resto copiará.

Saludos

4 comentarios en “Del DVD a la tarjeta SD”

  1. Pingback: Bitacoras.com
    1. Sin duda. De hecho… puede que el paso entre el DVD al SD… sea el USB…
      No se si os habéis dado cuenta, pero Apple proporciona un USB de Mac Os X para el MacBook Air que, por supuesto, no cuenta con unidad óptica…Esto puede ser el principio.

      Saludos

  2. Esta claro que el disco compacto es una porquería. Ahora bien, yo si quiero almacenar un disco de musica dentro de una tarjeta SD deberia venir acompañado de un adaptador que simule un cd o algo parecido para poder escribir a rotulador decentemente.

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