Reflexión sobre las Nuevas Tecnologías (III): Hologramas y el Futuro del Reconocimiento del Jugador

Tercera parte y final de esta reflexión sobre las nuevas tecnologías. Y que mejor forma que acabar mirando a un futuro lejano, o no tan lejano. En esta ocasión haremos un repaso sobre los Hologramas y su integración en el mundo de los videojuegos. Continuaremos hablando del reconocimiento del jugador por parte de diversos periféricos y como esto puede acrecentar y mejorar la experiencia del jugador. Señoras y señores, empezamos.

Ay el futuro… todo el mundo habla de coches voladores, naves espaciales estilo Star Trek… pero eso sí, en un futuro muy lejano. Yo prefiero hablaros sobre un futuro más próximo, uno que podamos disfrutar y del que en la actualidad dispongamos de cosas tangibles para basarnos en nuestra explicación. Los hologramas, que gran invención. Una de las muchas que primero aparecieron en la gran pantalla para después ser estudiada para ser implementada y de la cual cada vez oímos hablar más de ella. Si una cosa está clara es que una muy buena aplicación sería en el ámbito del ocio.

Nos gustan los videojuegos y nos gustan los hologramas, y su fusión pare coincidir, según muchos analistas, en 2020. No será hasta entonces que la veamos aplicada. Vale perfecto, pero ¿qué narices es un holograma?

La holografía es una técnica avanzada de fotografía, que consiste en crear imágenes tridimensionales. Para esto se utiliza un rayo láser, que graba microscópicamente una película fotosensible. Ésta, al recibir la luz desde la perspectiva adecuada, proyecta una imagen en tres dimensiones.

Hablando en cristiano (no me refiero al deportista), un holograma es una imágen en tres dimensiones la cual en vez de verla en la pantalla, sale de ella. Su integración más directa sería en la visualización de fotografías o contenido audiovisual ya que de esta forma sería mas sencillo visonarlo y la sensación de realismo sería mayor ya que recordemos que estaría en 3D, pero en 3D real, no con un efecto del cual necesitamos gafas o con pantallas especiales que no nos permiten movernos para no perder el ángulo de visión correcto. En materia de videojuegos… bueno eso ya es más complicado. Según la conocida compañía Rare:

No puedo dar una fecha exacta, pero… estamos de camino.

Así a primeras, una buena integración me sugiere un sencillo juego de lucha. En este caso hablaríamos de «pegar» a una imágen tridimensional y no al aire como estamos acostumbrados con Kinect u otros periféricos. La sensación de realismo aumentaria y esto mezclado (pero no agitado) con la realidad aumentada sería una muy buena implementación pero por ahora suena a Chino. Y es que no siempre las nuevas tecnologías tienen que ser cómodas o factibles para los videojuegos. Como siempre el problema radica en la forma de controlar, ya hablamos sobre los nuevos controladores en la primera parte de la reflexión y si bien decíamos que estos eran una muy buena tecnología aún les quedaban mucho camino por mejorar.

La verdad, veo a los hologramas muy lejos de lo videojuegos, no tanto para el visionado de películas o imágenes, pero si para jugar. Igual para una pantalla en la que te comunicas con un comando que esta en otra zona y que te muestren su situación actual estaría muy bien, estaría bien para cosas puntuales. Es una buena tecnología pero es la que más lejana veo de todas las que hemos comentado. Ya veremos en un futuro como acaba todo esto.

Ahora le toca a algo más cercano, más tangible: el reconocimiento total del jugador. Hace poco leí que estaban mejorando las capacidades de Kinect para reconocer la mayor parte de expresiones y movimientos del jugador y relacionar estas con su estado emocional o sus ganas de hacer algo determinado. Pensad en lo que acabo de decir, Kinect podría saber como nos sentimos por nuestra expresión facial. Esto da pie a muchas aplicaciones muy interesantes como por ejemplo que Kinect reconociera que estás triste y automáticamente te pusiera alguna canción melancólica acorde a tu estado de ánimo.  Esta tecnología tembién sería aplicable a por ejemplo a lo que hemos visto en L.A. Noire pero a la inversa. En este caso nosotros seríamos los interrogados y la CPU en función de nuestras expresiones decidiría si mentimos o no.

También según nuestro enfado delante de algún jefe final por no poder superarlo, nos podría remarcar sus puntos débiles o darnos consejos para vencerlo. El abanico de posibilidades es muy amplio, y en este caso sí que no me extrañaría verlo dentro de poco tiempo, quién sabe si en la próxima generación de videoconsolas.

La tecnología avanza rápido pero nuestra capacidad mental para buscar algo más allá de lo que tenemos es más rápida. Seguro que veremos todo esto en un futuro implementado y a lo mejor pensaremos: con lo bien que estaba yo con el pad hace unos años… Así que mi recomendación es: disfrutad de lo que tenemos ahora que sin darnos cuenta ya llegará lo que actualmente soñamos.